Un reportaje del diario español El Mundo reveló el drama que viven los reclusos españoles en la cárcel de Piedra Gordas II, ubicada en el distrito de Ancón, y las que recuperaron su libertad pero que no tienen la posibilidad de regresar a su país por no haber pagado la reparación civil que les impuso la justicia peruana.
En el informe se detalla que si en 2008 había 150 presos españoles en las cárceles peruanas, hoy en día la cifra ya asciende a 327. Además, se indica que ellos fueron detenidos por intentar sacar droga del Perú.
En la nota se afirma que los reclusos españoles cumplían en su país labores de camareros, cocineros, profesores o músicos. La crisis económica que golpeó a España los obligó a convertirse en ‘burriers’.
En el reportaje se señala que las cárceles peruanas no cuentan con los servicios básicos de luz y agua, que los presos duermen abrazados para combatir el frío y que las extranjeras “blancas y rubias” sufren violaciones múltiples.
De igual modo, se revela que algunos reclusos se queman vivos o se cortan el cuello porque no aguantan más la situación. Como muestra de la lentitud de la justicia peruana, se narra el caso de un presidiario español cuya extradición a España fue aprobada tres meses después que este falleció.
El testimonio que más llama la atención es el de Marta, una barcelonesa que antes regentaba una gasolinera en L’Hospitalet y hoy ejerce la prostitución en la calle Alfonso Ugarte, en el Centro de Lima. Ella cobra S/.40 por tener sexo con desconocidos.
“Somos decenas las españolas que hacemos lo mismo. Aquí no hay esperanza. Dígaselo a mi familia: lo poco que estoy ganando haciendo esto lo ahorro para intentar volver”, expresó.
“La primera vez que lo hice fue con un tipo que estaba completamente borracho y había estado tomando drogas”, agregó.
Fuente: El Mundo