Sus propiedades antiespasmódicas y antisépticas alivian malestares del sistema digestivo y cicatrizan heridas.
En el extenso catálogo de plantas medicinales a nivel mundial destaca un arbusto que tiene propiedades curativas, pero que también se debe consumir con moderación debido a que en grandes dosis puede resultar tóxica. Por ello, siempre es mejor consultar a su médico antes de cualquier tratamiento natural.
Se trata de la ruda, conocida científicamente como Ruta graveolens, una planta de hojas verdes y flores amarillas intensamente aromática, perteneciente a la familia Rutaceae. Se recolecta principalmente durante los meses de verano, justo antes de la apertura de sus flores, y se seca a la sombra para preservar sus beneficios. Fue introducida en América después de la conquista española.
Entre las principales propiedades de la ruda destaca su capacidad antiespasmódica, que alivia cólicos estomacales. De igual forma, mejora la digestión. Esto la convierte en una aliada para atenuar males intestinales.
Esta planta se consume principalmente como infusión: en un litro de agua hervida se colocan hojas de ruda, se deja reposar 5 minutos, luego se cuela y se bebe. El té que preparaste lo puedes aplicar también para limpiar heridas ya que sus propiedades antisépticas ayudan a eliminar patógenos acelerando el proceso de cicatrización. El líquido también lo puedes frotar sobre el cuerpo para aliviar dolores musculares, debido a que esta hierba también tiene acción antinflamatoria.
Lima, 6/8/25