El periodista Augusto Antonio Balbi Soto, Director del periódico “El Tábano” presento la tacha contra el Candidato a la Alcaldía de Pueblo Libre, Johnel Jorge Leguía Jamis, ante el Jurado Electoral Especial por presunta falsa declaración en la Declaración Jurada de Vida.
Balbi Soto, demanda que es necesario el pronunciamiento del Área de Fiscalización y Procesos Electorales del JEE, conforme a lo previsto en el artículo 14.1 de la Resolución N° 271-2014-JNE – Reglamento de inscripción de Lista de Candidatos.
En tanto, el Pleno del Jurado Electoral Especial de Lima Oeste 1, en uso de sus atribuciones, resolvió en su artículo único, remitir a la Coordinadora de Fiscalización del JEE, el escrito presentado por el ciudadano Augusto Antonio Balbi Soto, para que proceda conforme a sus atribuciones.
Según Balbi Soto, Director del periódico “El Tábano”, el Candidato a la Alcaldía de Pueblo Libre por Solidaridad Nacional, Johnel Jorge Leguía Jamis, consignó en su declaración jurada que hizo sus estudios secundarios concluidos en el Colegio San Anselmo en el año 1991, y ubicado en el distrito de Jesús María, faltando a la verdad ya que en el acta de estudios que se aprecia no consigna notas del 1 al 4to año de secundaria. ¿Cómo lo hizo?
Sin duda el otro escándalo que alerto a este medio fue cuando el candidato consigno que habría terminado un diplomado cuando recién cumplía los 16 años de edad en el CENECAPE Fernando Lores, tal como está consignado en su Hoja de Vida presentada al Jurado Nacional de Elecciones.
Sin duda este escándalo, tendrá que resolverlo el Jurado Nacional, ya que los candidatos vienen mintiendo en sus hojas de vida.
Por: George Panduro
¿Quién permite que los políticos mientan en su hoja de vida?
Por estos días, se viene denunciando sobre los “Títulos bamba” del inefable Alan García Pérez, todos debemos ser consecuentes de la necesidad de deslindar espacios políticos con este personaje, mantenerse lo más alejado políticamente, no nos olvidemos el refrán del que anda con lobos a aullar aprenden y finalmente crear criterio de conciencia en toda nuestra bancada que llegado el momento de votar por su suspensión política en el Congreso, todos deben votar por el sí, cualquiera que tuerza su voluntad, la historia es implacable.
Hasta siempre
Ing. Marco Tulio tapia Sánchez.
ALAN GARCIA, “DOCTOR BAMBA”
Por: Dr. Jorge Rendón Vásquez
Colaborador
Va a argumentar como él lo sabe hacer para no mostrar sus títulos que no tiene.
Bueno, bueno…no hay que alarmarse porque en floro, jarabe de pico y plazuelazos, probablemente que si se doctoró (en la parada) .
Es un conspicuo espécimen de nuestra fauna ratuna política, que te pueden vender hasta la plaza Bolognesi.
El autor de esta nota fue profesor de García en San Marcos y lo emplaza a que muestre los diplomas de sus grados académicos.
ALAN GARCÍA: ¿OTRO “DOCTOR BAMBA”? (1)
A Alan García Pérez no le ha gustado la nueva Ley Universitaria. Su arcaico cañón verbal disparó contra la entidad creada para controlar la calidad de la formación universitaria, de la que dijo: “La superintendencia militar sobre las universidades es un remedio peor que la enfermedad”; “no pueden proponerse soluciones que signifiquen empeorar su situación y mucho menos ponerla bajo una bota o poder político”.
¿Podían él y sus cuatro representantes en el Congreso de la República haber propuesto alguna solución alternativa?
Nunca lo hicieron.
¿Estaban capacitados para hacerlo? Cuando Alan García fue Presidente de la República, los proyectos de ley y de decretos supremos no salían de él, ni de su partido. Venían de ciertas consultoras, pasando por los ministerios y, si de normas de significación económica y contratos de obras públicas se trataba, debían contar con el visto bueno de los empresarios y los grupos empresariales interesados.
La Superintendencia de Educación Universitaria les cae a Alan García y a sus conmilitones enquistados en algunas universidades públicas y privadas como un fumigador en un campo asolado por alguna plaga de voraces insectos. Si alguna de esas universidades fuese un dechado de avance científico y tecnológico tendrían, tal vez, razón de protestar. Ninguna lo es. Al contrario: están en el otro extremo y temen por su vida.
El sistema universitario es un servicio público que corona la estructura de la formación profesional de cada país. Su tratamiento con la solvencia indispensable es asunto de especialistas académicos calificados.
¿Alan García Pérez lo es?
Las referencias en Internet sobre sus antecedentes universitarios, que verosímilmente él mismo ha proporcionado, son muy escuetas y difusas. Las resumo:
En 1967 (a los 18 años) ingresó a la Pontificia Universidad Católica del Perú, donde siguió Letras y Derecho. En 1971 se trasladó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos donde se recibió de abogado. En setiembre de 1972 viajó a Madrid y en la Universidad Complutense “defendió con éxito una tesis sobre Derecho Constitucional Comparado ante un tribunal del que era miembro el catedrático Manuel Fraga Iribarne, ex ministro de los gobiernos de Franco […] en 1973 continuó los estudios en la parisina Universidad de la Sorbona y se sacó un posgrado en Sociología”. En otra biografía se dice: “En París, en la Escuela de Hautes Études Politiques obtiene su título en Sociología”.
Fuente: "El Tábano"
La Prueba: Certificado Johnel Leguía.
