El corte en el cuello del exgerente de la Municipalidad de Lima tiene 14 centímetros, según indica el parte policial.
‘ContraCorriente’ tuvo acceso a un grupo de imágenes inequívocas que revelarán la verdad de la muerte de José Miguel Castro, exgerente municipal de la gestión de la exalcaldesa Susana Villarán.
En la primera imagen de la casa de la cuadra 4 de la calle Madrid, en Miraflores, se ven algunos libros, una manta con colores andinos, un cuadro de fotos familiares y una taza vacía.
La siguiente foto muestra el departamento pintado de amarillo y blanco, unos estantes y el ingreso a lo que parece ser una oficina, con adornos de vírgenes y la puerta abierta.
La tercera foto, un plato de comer de una mascota y la cuarta foto se ve al personal del Ministerio Público en la oficina de la que se veía solo el ingreso en la imagen anterior.
En un equipo de criminalística, los peritos suelen ser seis: el hematólogo, el físico, el balístico, biólogo, un asistente y quien dirige la investigación. Todos son importantes, los que deben analizar que el corte en el cuello de quien era testigo clave en el caso de Susana Villarán, de 14 centímetros, y que acabó con su vida tan solo dos meses antes de que su testimonio en el juicio como número dos de una organización criminal. El vínculo entre Castro y Villarán era importante.
RASTROS EN EL CADÁVER
El cuerpo del exfuncionario tenía evidencias. El cuello de José Miguel Castro tiene más o menos cinco cortes de inicio, lo que indica que se habría estado moviendo para evitar ser lesionado. En las muñecas hay excoriaciones múltiples, pero a la vez superficiales, lo que podría revelarse como la lucha de la víctima para defenderse o de que el asesino haya tratado de inmovilizarlo.