Alfredo Zambrano es implicado en un escándalo de clonación de placas vehiculares desplegado por una mafia que suplantaba la identidad de los reales dueños de autos y motos. En su notaría se legalizaron cartas poder que permitieron cumplir el ciclo delictivo.
Una misteriosa mujer llegó a la ventanilla de la Asociación Automotriz del Perú (AAP), en Surquillo, con documentos en mano para tramitar el duplicado de ocho placas de rodaje. Era una gestión inusual para una sola persona. Soledad Barazorda Gutiérrez, entonces de 51 años, presentó las cartas poder que los supuestos dueños de los vehículos le confiaron para que recogiera las matrículas en su nombre. En ese momento se dispararon las sospechas. Lo que llamó la atención del gremio fueron las firmas y sellos del notario que legalizó esos documentos: Alfredo Zambrano Rodríguez.
Según el informe policial de aquel miércoles 25 de agosto de 2021, la Gerencia de la AAP llamó a la División de Robos de la PNP para advertir del ilegal duplicado de placas vehiculares. Un equipo de la Policía llegó a los exteriores de la sede y esperó a la salida de Barazorda, quien no tenía idea del operativo que se armaba a sus espaldas.
Cuando la sospechosa salió del lugar con las matrículas que requirió, los policías la detuvieron junto con el chofer de la miniván roja que la esperaba. Se trataba de Marco Antonio Napan Gómez, de 30 años, quien, sorprendido, tiró al piso su celular y lo pisó hasta destruirlo.
La hipótesis era clara y comprometía a ambos en la falsificación de documentos para apoderarse de la titularidad de autos, camionetas y motos sin que sus verdaderos dueños se dieran por enterados.
Las organizaciones criminales, dedicadas a robos, secuestros y extorsión, hacen estas gestiones para usar transportes con placas cambiadas y así despistar a las autoridades que les siguen los pasos.
Marco Napan y Soledad Barazorda fueron inmediatamente incluidos en una investigación fiscal por el delito contra la fe pública en la modalidad de falsificación de documentos.
Luego, se incorporó en el caso al notario Alfredo Zambrano, esposo de la conocida periodista Magaly Medina, que en total había avalado 18 cartas poder que fueron usadas para el delito, según las actas policiales a las que accedió Perú21.
El modus operandi
Marco Napan decidió hablar a las horas de haber sido liberado. Detalló cómo operaban, las personas que participaban, el rol que cumplía cada una, incluyendo una suboficial PNP, y comprometió a la Notaría Zambrano en la trama. Prácticamente, describió a una mafia.
El 26 de agosto de 2021, declaró a la Policía que era contactado a través de Facebook por personas que no identificaba, y eran estas quienes le pasaban fotos de las placas de rodaje por duplicar y copias de los DNI de los dueños.
“Me decían que por falta de tiempo no podían tramitar las placas. Yo no sabía si ellos eran los propietarios, solo hacía lo que me pedían, y por ello recibía la suma de S/200 soles por placa de rodaje”, señaló.
El primer paso para el trámite era presentar una denuncia policial por robo o pérdida de la matrícula. Indicó que iba a la Comisaría de Santa Anita y presentaba las denuncias a la suboficial Olimpia Arenas García. “Por este trámite no pagaba nada; ella me hacía un favor”, sostuvo.
Tras generar el expediente, Napan Gómez indicó que pagaba S/30 a un hombre al que conocía como ‘Viejo’ para que hiciera las legalizaciones de las cartas poder. Pero luego él mismo se encargó de esa tarea.
“Primero me lo hacía un señor conocido como ‘Viejo’, llegándole a pagar 30 soles por documento legalizado, pero como quería saber dónde lo realizaba, un día lo seguí y llegué hasta la Notaría Zambrano, que está ubicada en el óvalo Santa Anita, luego yo averigüé cómo se realizaba ese trámite”, especificó.
En ese trance, aseguró, conoció a dos trabajadoras de la notaría, que, tras entrar en confianza, le hacían las legalizaciones en tan solo 15 minutos. Indicó que las mujeres eran Giuliana Navarro y Joansy Olivares. Según Napan, fue dos veces por semana al local durante tres meses. Es decir, debió gestionar 24 cartas poder en total.
“Yo llevaba los documentos a la notaría, que consistía en una carta poder y una copia de DNI. Se los entregaba a cualquiera de las señoritas, Giuliana Andrea Navarro Molina y Joansy Milagros Olivares López, los dejaba y regresaba después de quince minutos, y me entregaban los documentos ya legalizados, y a cambio yo les entregaba un sobre manila cerrado con el dinero, la suma de 15 soles por documento legalizado”, refirió.
Todas las cartas poder llevaban el sello y firma de Alfredo Zambrano. Su rúbrica era la parte más importante del circuito delictivo que ejecutaba Marco Napan porque le daba validez a su operación.
Con él no es
El ciudadano José Retuerto Vargas presentó una denuncia ante la Policía contra Marco Napan, Soledad Barazorda y Alfredo Zambrano por la “clonación” de la placa de su moto Bajaj sin su autorización.
“Esta banda criminal ha suplantado mi identidad, ha falsificado mi firma y huella dactilar, ha solicitado el duplicado de mi placa de rodaje para que sea utilizada en la clonación de una unidad robada que posteriormente será usada para el marcaje y reglaje”, se lee en el escrito.
Zambrano, sin embargo, se desmarcó de esas imputaciones. Declaró a la Policía que él no tenía responsabilidad, a pesar de que en su manifestación del 26 de agosto de 2021 dijo que dentro del proceso de legalización estaba el verificar la documentación que recibía.
En su declaración invocó el artículo 108 de la Ley del Notariado, en el que se estipula que el notario “no asume responsabilidad sobre el contenido del documento de lo que deberá dejar constancia en la certificación”.
Perú21 se contactó con Zambrano para tener más detalles de lo que sucedió. “Los cabecillas de la banda han dicho ante el fiscal que no me conocen”, respondió por WhatsApp brevemente. Después de ello, derivó con su abogado Enrique Ghersi.
Ghersi confirmó a este diario que el caso está en investigación preparatoria y adelantó que en los próximos días se realizará una audiencia en la que el Poder Judicial evaluará el archivamiento que ha requerido su cliente.
Consultado sobre la implicación de las trabajadoras de la notaría, el abogado señaló que las dos mujeres “han negado completamente la versión de Napan”.
Respecto al procedimiento de verificación de la identidad de las personas, el letrado indicó que su patrocinado cumplió con lo que manda la Ley del Notariado.
“El notario no es un policía, no tiene por qué agotar todas las posibilidades. Se sigue un protocolo estrictamente dictado por ley y él ha cumplido con la verificación de la identidad. Si hay una suplantación, si hay componenda de un grupo de gente para sorprender a la notaría, el agraviado es el notario, él no comete el delito”, remarcó.
Alfredo Zambrano ha buscado salir del proceso interponiendo recursos legales, confirmó Ghersi, pero de poco le han servido porque fueron rechazados. La Fiscalía aduce que el notario debió realizar el control biométrico para confirmar la autencidad de firmas, huellas y datos.
Parece que Zambrano no está libre de polvo y paja como él cree.
Fuente: Perú 21.
Por: Álvaro Reyes Quintero. 23/2/25.