La fallecida cantante del grupo Corazón Serrano, Edita Guerrero, recibía maltratos físicos por parte de su esposo Paul Olórtiga en repetidas oportunidades, de acuerdo al testimonio de la enfermera que la atendió en la clínica de Piura en la que falleció, y de otras personas allegadas a la artista.
La enfermera Olinda Montero afirmó que la cantante tenía moretones en todo el cuerpo.
“Estaba consciente pero tenía la boca como reventada. Tenía las piernas con moretones, los brazos también. La cadera también con moretones. Ella me había contado en unas ocasiones que su esposo siempre la maltrataba. Una vez fue porque se fue a una fiesta”, contó Montero para Reporte Semanal.
También reveló algo que podría dejar en evidencia la culpabilidad de Olórtiga respecto a la muerte de Edita.
“Cuando Edita comenzó a convulsionar, llamé al señor Paul y le dije que Edita convulsionaba y me contestó con una grosería. Me dijo: ‘Ya la cagué’”, indicó.
Los maltratos por parte de su esposo fueron corroborados por Rosa Cuescas, la trabajadora del hogar donde vivía Edita Guerrero.
“Ella me explicaba los moretones diciendo que en algo se había golpeado. Edita era muy infeliz en su matrimonio. Ella dijo que en algún momento iba a hacer cambiar a su esposo”, señaló.
Como si los golpes no hubieran sido suficientes, Edita también habría sido víctima de maltrato psicológico.
“La insultaba, le decía quera una serrana gorda y que sus familiares eran unos serranos apestosos. Ella solo agachaba su mirada y lloraba bastante” agregó Cuescas.
