Recibió como castigo la mutilación de su nariz y orejas de nadie más que de su propio marido y su familia. Todo
por intentar huir de las constantes agresiones que sufría en ese matrimonio
impuesto. Ahora, dos años después de volverse un ícono de la violencia contra
la mujer, Aesha Mohammadzai se muestra satisfecha con su nuevo rostro y nueva
vida.
“Estoy muy feliz con mi nueva cara”, ha indicado la joven que
ahora tiene 22 años en una entrevista exclusiva para la cadena británica ITV.
Aeshavive ahora con una familia estadounidense que la acogió en Maryland.
La joven afgana saltó a la fama cuando, en agosto de 2010, salió
como portada de la revista Time , que destacó la mutilación de su rostro para contar la
historia de miles de mujeres víctimas de la violencia en Afganistán. Desde
entonces, ha pasado cuatro cirugías para reconstruir su rostro y ha recibido el
apoyo de varias instituciones internacionales.
La última
intervención, y la más compleja, consistió en la instalación de una silicona
inflable bajo la piel de su frente para expandir el tejido que luego sería
usado en su nariz. También se utilizó piel de su antebrazo para la cara
interior de sus fosas nasales.
RELATO DE LA VIOLENCIA
Aesha fue “castigada” por su marido y su familia cuando trató de huir del
matrimonio obligado tras años de violencia.
“Me
cogieron y me enviaron cinco meses a la cárcel. Cuando salí, el juez me ordenó
que volviese con mi marido. Esa misma noche me llevó a las montañas (...) “Me
ataron de pies y manos y me dijeron que el castigo era cortarme la nariz y las
orejas. Y empezaron a hacerlo”, contó.