COMUNIDADES DE AYACUCHO GESTIONAN SU PROPIO "BANCO DE CRÈDITO SOCIAL" PARA INVERTIR EN QUÍNUA ORGÁNICA
- Esta iniciativa forma parte del Programa Conjunto Granos Andinos puesto en marcha por las Naciones Unidas.
- El programa también ha capacitado a más de 1000 campesinos en la región para la producción de quínua orgánica.
Estimulan el ahorro y prestan dinero pero no son bancos, ni un programa de microcréditos. La iniciativa pionera de las Uniones de Crédito y Ahorro (UNICAS), puesta en marcha por las Naciones Unidas en Ayacucho, ha logrado que más de un centenar de vecinos de Ayacucho, Vilcashuamán, Cangallo y Huamanga tengan acceso a crédito para invertir en proyectos productivos de siembra de quinua orgánica. Hasta enero de 2017, estas microempresas de intermediación financiera han logrado acumular un capital de más de 85 mil soles. Esta es una de las iniciativas trabajadas en el Programa Conjunto Granos Andinos que impulsa la siembra de esta semilla para contribuir a la reducción de la pobreza.
“Uno de los mayores logros ha consistido en contribuir con el desarrollo económico de los productores y productoras de granos andinos en la región de Ayacucho. A través de la educación financiera como una alternativa sostenible de financiación interna y del apalancamiento de recursos comunes para luego potenciar sus actividades productivas y comerciales”, afirma Miguel Maldonado, coordinador del Programa Conjunto de Granos Andinos.
Este programa innovador, implementando durante dos años por la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la UNESCO, ha contribuido a la reducción de la pobreza y a la mejora de la productividad de los granos andinos en zonas rurales de Ayacucho y Puno.
La financiación es uno de los primeros cuellos de botella que ahoga a los campesinos, por ello, las UNICAS funcionan con el dinero que aportan los miembros socios y han logrado acumular un capital de más de 85 mil soles hasta el mes de enero de 2017, y con préstamos que ascienden hasta los 112 mil soles. Gracias al programa, se han logrado crear 10 beneficiando a 134 productores, siendo el 42 % mujeres, las cuales desempeñan un papel fundamental en su funcionamiento.
“Las UNICAS nos han ayudado a las mujeres a empoderarnos, y también a ahorrar para invertir en quinua orgánica”, comentó Edith Vilca, tesorera de una unión de crédito.“Esta propuesta persigue, a corto plazo, apoyar a estos sectores en la construcción de su propio sistema autogestionario de crédito, integrado por UNICAS, y, a mediano plazo, promover la integración de los sectores de subsistencia al mercado financiero convencional, mediante la articulación de estas con instituciones financieras reguladas”, precisa Maldonado.
Sembrar quinua para reducir la pobreza
El carácter pionero de este proyecto reside en haber involucrado el trabajo de las tres agencias de las Naciones Unidas conjugando sus especialidades para obtener los mejores resultados. El objetivo: fomentar la producción de quinua orgánica mediante cooperativas para venderla en los mercados nacionales e internacionales a un mejor precio, con sello de producto orgánico y a través de marcas colectivas fortalecidas, diferenciándose de otros competidores en todo el mundo.
La Asociación Agroecológica San Martín de Pamparque es un ejemplo de ello. La planta fue inaugurada en 2008 y cultivaba en 35 hectáreas quínua, kiwicha y leguminosas (frejol, lenteja, garbanzo y arveja). Poco a poco, esta pequeña asociación comenzó a despegar participando en ferias de productores y empezó a vender a importantes restaurantes (TANTA de Gastón Acurio y Cusco Restaurants) y tiendas ecológicas de Lima. Hoy la asociación ha posicionado su marca por sus productos de calidad e innovadores. El año 2015 se realizaron ventas por un monto de más de 68 mil soles. “El apoyo del PCGA facilitará su fortalecimiento en el mercado con productos de mayor valor agregado ya que ha facilitado el diseño e implementación de una pequeña planta industrial y su línea de proceso, así como el fortalecimiento de las capacidades técnicas de sus asociados”, puntualiza Maldonado.
Este proyecto ha logrado, además, capacitar a más de 1000 productores ayacuchanos en gestión cooperativa, educación financiera, género, producción orgánica, auditoría interna para producción orgánica y sistemas de calidad para procesamiento de alimentos.
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