Fracasa intento de rebelión contra fiscal de la Nación
Una suerte de conspiración para desacreditar la gestión del fiscal de la Nación, Pablo Sánchez Velarde, quedó al descubierto esta semana en el Ministerio Público.
El martes último, la fiscal superior Delia Espinoza Valenzuela pretendió encabezar una rebelión de fiscales contra Sánchez Velarde por haberla defenestrado de la Fiscalía de Lavado de Activos y Pérdida de Dominio.
Espinoza, apoyada por los fiscales Rosario López Wong y Miguel Vegas Vaccaro, convocó a Junta Extraordinaria de Fiscales Superiores para exigir que estos magistrados se pronuncien contra el titular del Ministerio Público y buscar eventualmente su salida, según fuentes confiables de dicha institución.
Vegas Vaccaro es el presidente de la Junta de Fiscales Superiores de Lima y está vinculado al suspendido fiscal de la Nación, Carlos Ramos Heredia, quien parece haberle declarado la guerra a su sucesor, Pablo Sánchez Velarde.
Esta insólita Junta de Fiscales Superiores de Lima se llevó a cabo la tarde del martes último en las propias instalaciones del Ministerio Público: en el piso 11 de este edificio ubicado en la avenida Abancay, en el Centro de Lima.
Espinoza convocó a los fiscales superiores argumentando que Sánchez Velarde le había restado autoridad al impedir que despidiera a 13 trabajadores administrativos, entre ellos a una mujer embarazada, de la Fiscalía de Lavado de Activos.
Pero el fondo del asunto era otro.
AL DESCUBIERTO.
En la Junta Extraordinaria de Fiscales Superiores, Espinoza fue al meollo del tema. Aseguró que Sánchez Velarde estaba dañando a la institución al remover a “fiscales independientes” para poner a sus allegados en puestos clave con el propósito de “manipularlos”.
Espinoza pidió a los fiscales superiores que emitieran un comunicado público denunciando estos hechos y solicitando que el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) investigue al actual fiscal de la Nación interino.
“A muchos nos quedó claro que la doctora Espinoza tenía el apoyo del presidente de la Junta de Fiscales Superiores de Lima, Miguel Vegas. Pero no hubo consenso y las exigencias de Espinoza cayeron en saco roto”, comentó a Correo un fiscal que participó en esta frustrada intentona el martes último.
Este hecho se produce en momentos en que al interior de la Fiscalía se libra una guerra que busca boicotear la gestión de Sánchez Velarde para que se detengan las investigaciones de la fiscal Marita Barreto, quien está desentrañando la red de fiscales que fueron sobornados por Rodolfo Orellana.
“Muchos han entrado en pánico”, dijo una fuente al tanto de lo que allí ocurre.
El nombre de la propia Espinoza aparece en una libreta incautada al exdirigente de Alianza Lima Guillermo “Pocho” Alarcón, uno de los testaferros de esta organización criminal. Debajo de su nombre hay dos anotaciones hechas a mano: el número de una resolución fiscal y una cuenta bancaria. La Fiscalía Suprema de Control Interno se encuentra indagando este hallazgo.
EL DESAFÍO
Lo extraordinario es que fue el propio Sánchez Velarde quien puso a Espinoza al frente de la Fiscalía de Lavado de Activos en enero de este año.
Espinoza había sido su alumna en la maestría de Derecho Procesal Penal de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Además, él confiaba en su honestidad.
Pronto empezó a recibir quejas que lo alertaron. La fiscal Barreto le informó que Espinoza le pedía examinar sus archivos del caso Orellana. “Lo hago porque estás llevando mal la investigación”, le decía Espinoza a Barreto.
Posteriormente, Sánchez Velarde se enteró de que Espinoza había pedido ser la única persona autorizada para revisar las cámaras de seguridad instaladas en el despacho de Barreto. Algo andaba mal.
El 23 de marzo, la fiscal superior Yanet Roller emitió una resolución que excluía a la fiscal Marita Barreto de la investigación seguida contra Rodolfo Orellana. Roller lo hizo con el aval de Espinoza, la jefa directa de Barreto.
Enterado por la prensa de este complot, Sánchez Velarde removió a Roller de la Segunda Fiscalía Especializada y luego, el 31 de marzo, sacó a Espinoza de la Coordinación de la Fiscalía de Lavado de Activos.
El fiscal de la Nación, sin embargo, dejó a Espinoza al mando de la Primera Fiscalía Superior de Lavado de Activos hasta el martes 7. Fue un error.
Espinoza aprovechó esa semana para enviar a la Sala Penal Nacional una resolución en la que aseguraba que el caso Sánchez Paredes tenía omisiones que debían subsanarse, por lo que debía retrotraerse, en parte, al inicio al inicio de la investigación judicial: mayo de 2010.
Fue una postura desafiante, pues Espinoza debía limitarse a cumplir una orden del fiscal supremo Pablo Sánchez Velarde, quien dispuso acusar a los hermanos Sánchez Paredes para que pasen a juicio oral. Pero ella no lo hizo, poniendo en grave riesgo el caso de lavado de dinero más grande del país.
PRENSA ITV PERÚ: SALUDA AL FISCAL DE LA NACIÓN PABLO SÁNCHEZ VELARDE, POR SU BUEN DESEMPEÑO FRENTE A ESA NOBLE INSTITUCIÓN DEL ESTADO; Y, YA ES HORA QUE HAGA UNA LIMPIEZA TOTAL Y EXPECTORE CON ÁCIDO MURIÁTICO A PERSONAS QUE DESPRESTIGIAN DICHA INSTITUCIÓN EN DESMEDRO DE BUENOS PROFESIONALES QUE LABORAN CON HONRRADÉZ Y DIGNIDAD HACIENDO CUMPLIR LAS LEYES Y ADMINISTRÁNDOLAS...YA QUE LA JUSTICIA NO SE CLAMA, NO SE RUEGA, NI SE IMPLORA -SINO- SE EXIGE QUE SE CUMPLA.