Escándalo en el Consejo Nacional de la Magistratura
El CNM estalló como una olla a vapor por el nombramiento de Alfredo Quispe Pariona.
Tiene en sus manos las decisiones más importantes del país, pero la mayoría de la población ni siquiera sabe que existe. Menos aún, conocen qué función cumple.
A los jueces y fiscales que se encargan de poner tras las rejas a los delincuentes no los nombra el Gobierno, tampoco el Congreso, ni el Poder Judicial o el Ministerio Público. Es más bien en el Consejo Nacional de la Magistratura, donde se les evalúa y selecciona, donde se les nombra, ratifica y sanciona.
Ahí radica la importancia de esta institución que en las últimas semanas ha estado envuelta en un escándalo que ha dejado al descubierto una caja de pandora.
Una historia de marchas y contramarchas, de audios y negociados que nos lleva a reflexionar sobre el perfil y la idoneidad de quienes integran el CNM.
Cuarto Poder trae los detalles de un insospechado escándalo ocurrido al interior del mismo y las declaraciones de quien fue por horas uno de los miembros de esta magna institución.
El pleno del CNM declaró la vacancia del consejero Alfredo Quispe Pariona por incapacidad moral y anuló su reincorporación establecida en la sesión que tuvo el último lunes.
Según cuenta Quispe Pariona, apenas juramentó fue suspendido debido a la difusión del audio de una conversación que sostuvo con el ex profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad Garcilaso, Félix Torres, en la que admitía negociados con el rector Luis Cervantes Liñán en las recategorizaciones de pensión y en la otorgación de becas y títulos.
Este audio fue el inicio del escándalo, el entonces presidente del CNM, Pablo Talavera, inició el trámite para declarar la vacancia de Alfredo Quispe Pariona.
Luego de tres meses de investigaciones, el pleno del CNM resolvió por mayoría, reincorporar al suspendido Quispe Pariona lo que provocó la inmediata renuncia del presidente de esa institución, Pablo Talavera, quien había votado en contra. Al día siguiente, el pleno ratificó su decisión y no solo aceptó la renuncia de Talavera sino que nombró a Guido Águila como su reemplazo. El escándalo entonces aumentó y los cuestionamientos continuaron.
Los reflectores no solo se quedaron en Quispe Pariona y se empezó a poner bajo la lupa a cada uno de los consejeros. Incluso, se alzaron voces pidiendo la remoción de todos. Se empezó a criticar el método de elección de los integrantes del CNM y a recordar que más de uno tendría rabo de paja.
Con los niveles de inseguridad ciudadana y de corrupción, lo que reclama la sociedad es un Ministerio Público y un Poder Judicial eficientes. ¿Pero cómo lograr este ideal con un Consejo cuyos integrantes tienen temas pendientes por aclarar?
Fuente: América Tv.
Fuente: América Tv.
