"La gran tradición bíblica prescribe a todos los pueblos el deber de escuchar la voz de los pobres y de romper las cadenas de la injusticia y la opresión que dan lugar a flagrantes e incluso escandalosas desigualdades sociales", afirmó.
"Filipinas, junto con muchos otros países de Asia, se enfrenta al reto de construir sobre bases sólidas una sociedad moderna, una sociedad respetuosa de auténticos valores humanos, que tutele la dignidad y los derechos humanos", finalizó.
Pese a que el objetivo de su visita a Filipinas fue velar y conocer el estado actual de la pobreza en este país, hace unos días se descubrieron hechos que violan los derechos de los menores.