* Capo colombiano Edwin Javier Valenzuela Meneses fue uno de los 373 narcotraficantes beneficiados por la Comisión de Gracias Presidenciales aprista.
El pasado martes 8 de octubre, un narco colombiano identificado como Edwin Javier Valenzuela Meneses, cayó con casi cuatro toneladas de cocaína en Piura, que tenían como destino el lejano país de Letonia. Sin embargo, con el pasar de los días, la historia de esta detención tomaría otro rumbo.
Este capo de la droga aparece nada más y nada menos que en la lista de los 373 narcotraficantes que fueron beneficiados con la conmutación de sus sentencias durante el gobierno del expresidente Alan García. Es decir, en tiempos cuando la Comisión de Gracias Presidenciales aprista era encabezada por el cuestionado y hoy preso Miguel Facundo Chinguel. Este descubrimiento lo hizo la revista Caretas en su edición de ayer.
La resolución suprema fechada el 23 de noviembre de 2009 es firmada por el propio Alan García y su exministro de Justicia Aurelio Pastor. Allí se ordenó conmutar a Valenzuela Meneses la condena de 12 años de cárcel que purgaba desde 2004, cuando fue sentenciado por tráfico de drogas.
De esta forma, se le redujo la pena a la mitad y el capo colombiano obtuvo su libertad en mayo de 2010, tras seis años de reclusión en el penal de Lurigancho.
NARCO DE ALTO VUELO:
Pese a que Valenzuela Meneses, fue ex-carcelado gracias a la generosidad que solo el ex-mandatario Alan García puede otorgar, su instinto criminal lo llevó nuevamente a las andadas tres años después.
Este año, el narcotraficante cayó con su banda integrada por 16 personas, entre ellos el ex-oficial de la Marina Jorge Pereda y el ex-oficial del Ejército Renzo Rodríguez.
También fueron detenidos Enrique Tato, un exfuncionario de la Gendarmería argentina, el israelí Haim Lewy, el mexicano Guillermo Beltrán y los colombianos Diego Grajales, Hernán Jiménez y Germán Ortiz.
La intervención fue impresionante. Un conjunto de 25 agentes de la División de Investigación de Tráfico Ilícito de Drogas (DIVITID), de la División de Investigación Especial (DIVINSEP) y del Grupo de Inteligencia ‘Escorpión’ llegaron al local de la Empresa Distribuidora San Francisco, ubicada en la comunidad campesina Buena Esperanza de Paita.
Apenas recibieron la señal, rompieron las puertas de la compañía y abrieron un contenedor de la empresa Maersk, donde hallaron 3.7 toneladas de cocaína líquida escondidas en 700 sacos de polietileno con aletas y filetes de pota congelada.
Luego allanaron otro contenedor, propiedad de la firma Northern Fishing EIRL, y encontraron 300 ‘ladrillos’ de cocaína en polvo camuflados entre sacos de aleta de pota.
Si el expresidente García señaló que se tomaba el tiempo de revisar las solicitudes de indultos que su ‘hombre probo’ y el exministro Pastor le hacían llegar a su despacho, ¿con qué criterio firmó la conmutación de pena a un narcotraficante colombiano, ahora reincidente por tráfico de drogas? El líder aprista tiene mucho que explicar.