El rescate de los trabajadores secuestrados por remanentes terroristas en un poblado de la región surandina de Cusco "es una prioridad” para el Gobierno, afirmó hoy la congresista y vicepresidenta de la República, Marisol Espinoza.
“Esto es una prioridad en la agenda del Gobierno. Los ministros de Defensa y del Interior trabajan en ello, y tenemos la prioridad de garantizar la vida, tanto de las personas secuestradas como de las personas que están en las operaciones de rescate e inteligencia”, aseveró.
Remanentes terroristas secuestraron el lunes, en el poblado de Kepashiato, provincia cusqueña de La Convención, a unos 40 trabajadores que laboran para el consorcio operador del proyecto de gas de Camisea.
Espinoza consideró que este hecho es una medida desesperada de los remanentes terroristas que actúan en el Valle del Río Apurímac y Ene (VRAE), frente a las operaciones que realizan las fuerzas del orden contra la subversión y el narcotráfico.
El Gobierno envió el miércoles a 1,500 efectivos militares y policiales a la zona mencionada, para ubicar y rescatar a los trabajadores secuestrados y capturar a los delincuentes subversivos, que según las autoridades están comprometidos con el narcotráfico.
De acuerdo con versiones periodísticas, los subversivos han exigido una millonaria recompensa por los rehenes.
Esta mañana, el ministro de Justicia, Juan Jiménez, dijo que el Gobierno no negocia con los terroristas y que actúa en el marco de la ley para lograr el rescate con vida de las personas secuestradas.
Por otro lado, Espinoza lamentó que existan en varias bancadas del Congreso una actitud de “oposición por oposición” contra el proyecto de ley para crear el servicio de voluntariado policial, que busca que jóvenes realicen algunas labores administrativas en las comisarías, a fin de que más policías se dediquen a la lucha contra la delincuencia.
Dijo que lejos de proponer alternativas, las intervenciones de la oposición en el debate en el pleno se limitan principalmente a plantear objeciones.