El caso del hombre asesinado recientemente en Miraflores tiene nuevas revelaciones. Se identificó que era de nacionalidad venezolana y que tenía denuncias por trata de personas.
El sonido de la muerte interrumpió la noche en el exclusivo Malecón de la Reserva de Miraflores. El último jueves, un ciudadano venezolano, identificado como Denis Jesús Sánchez Ramírez, de 30 años, fue ejecutado con extrema violencia.
La policía informó que se realizaron 14 disparos, de los cuales 11 impactaron en la víctima, incluyendo tres proyectiles en la cabeza, una clara señal de un ajuste de cuentas.
La escena del crimen, macabra y a plena vista, tuvo lugar a pocos metros del concurrido centro comercial Larcomar y frente a un hotel que alberga a deportistas internacionales. Testigos señalaron que Sánchez Ramírez se habría reunido con sus verdugos en una zona oscura y prohibida del malecón, lo que sugiere un encuentro “pactado” o una emboscada planificada.
Vecinos reportaron haber visto a sujetos encapuchados huyendo con bolsos, fortaleciendo la hipótesis de un móvil oscuro detrás del homicidio.
Asesinado en Miraflores tenía grave denuncias.
La investigación de la Depincri ha tomado un giro crucial al revelarse que la víctima no era un simple taxista, su labor declarada. Según las últimas diligencias, Sánchez Ramírez contaba con denuncias por el grave delito de trata de personas. Este antecedente eleva el nivel de la pesquisa, sugiriendo que el asesinato podría estar directamente relacionado con actividades criminales de alto impacto.
Gracias al uso de Inteligencia Artificial y las cámaras de vigilancia del distrito, la policía pudo trazar el recorrido de Sánchez Ramírez. Llegó al lugar en un auto registrado a nombre de un tercero, dejando el vehículo estacionado cerca del Colegio Médico antes de caminar solo hacia su trágico final. La frialdad y precisión del crimen, junto al historial delictivo de la víctima, apuntan a una posible vendetta vinculada a las redes de trata de personas.
El caso continúa abierto, generando gran preocupación entre los vecinos, quienes temen que la criminalidad de los conos esté llegando a Miraflores.
Fuente: Willax, 6/12/25