En diálogo con la prensa, el alto funcionario dijo que su hija, Daniella Anahí Urresti Pastor (29), a quien tildó de “pulpina”, laboró en varios lugares antes de asumir el cargo, para el cuál -opinó- estuvo calificada.
“Mi hija, como cualquier pulpina, se preparó y ha estudiado en base a mi esfuerzo. Durante muchísimos años, y tengo pruebas, he trabajado en el día como oficial del Ejército y en la noche he hecho taxi por siete largos años”, comentó.
“Ella ha trabajado ahí el año pasado, trabajó ahí por orden de servicios algunos meses y no es que haya ganado una millonada. (...) Yo jamás he hecho algo para que ella consiga este trabajo. A mí me han nombrado ministro mucho después de que ella estaba trabajando”, añadió.
Tras asegurar que la contratación de su hija no fue “ilegal” ni “antiética”, Urresti consideró que, por ser funcionario del Estado, sus familiares no deberían tener problemas para obtener un cargo.
“Yo soy un funcionario del Estado. O sea, se fregó toda mi familia. Entonces ella tendrá que irse a otro sitio, a otro país, para trabajar, porque yo soy ministro”, comentó.
En otro momento, Urresti lanzó una suerte de amenaza contra las personas que se metan con sus hijas, a la que calificó como “su punto débil”.
“Yo acepto que mis hijas pueden ser mi punto débil. Yo las quiero demasiado. Es más, estuve a punto de tomar una decisión, pero mi hija me ha hecho reflexionar. Gracias a Dios también es fuerte”, refirió.
“Eso sí, recomendación, no se metan con mis hijas, van a salir perdiendo. (...) Mis hijas no tienen nada que objetar, ya están grandes”, sentenció.
Según denuncia periodística, la hija del ministro fue contratada por el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción de Riesgos de Desastres (Cenepred), dependiente de la PCM, entre febrero y noviembre del 2014, tiempo en el cual recibió S/.43,500 en total.