Rosa Mía Gonzales Scotto, la viuda del narcotraficante Gino Tello y cabecilla de una mafia internacional, vivía rodeada de lujos y confort antes de ser detenida el pasado jueves tras incautársele 230 kilos de cocaína de alta pureza en su domicilio, ubicado en San Isidro.
La Policía Nacional informó que Gonzales Scotto pagaba US$2 mil mensuales por el alquiler de la vivienda que ocupaba junto a su actual pareja, el colombiano José Holguín Pérez, en la cuadra 1 de la calle Manuel Salazar en el mencionado distrito.
A pesar que no tendría un oficio conocido, en el registro al inmueble de la intervenida se hallaron 10 tarjetas de crédito de varias entidades bancarias, así como una caja fuerte oculta con varias joyas de oro y costosos relojes.
Entre sus pertenencias, además, las autoridades encontraron un permiso para trabajar temporalmente en México, país donde también operaba, según señaló la Dirandro.
Sin embargo, lo que más llamó la atención de los efectivos es que parte del decorado de la vivienda de Rosa Mía Gonzales Scottoconsistía en un altar a la Santa Muerte con fotografías de su fallecida ex pareja Gino Tello.
SEGÚN LA POLICÍA NACIONAL: LA VIUDA DEL NARCOTRAFICANTE GINO TELLO OPERABA EN MÉXICO
Rosa Mía Gonzales Scotto, quien fue esposa del narcotraficante suicida Gino Tello Otiniano, también operaba en México, donde tendría propiedades, según informó la Dirandro.
Como es público, ella es la cabecilla de la mafia internacional a la que se le incautaron el jueves pasado 230 kilos de cocaína –valorizados en más de 10 millones de dólares– que iban a ser enviados a Europa.
Según la Policía, la mujer, recientemente, había efectuado tres envíos de similar cantidad de droga. Para ello, actuó en complicidad de su actual pareja, el colombiano José Holguín Pérez.
Ambos permanecen en los calabozos de la Dirandro. Se sabe que la Policía está tras los pasos de otro colombiano.
