Tres de la tarde en la DIROES. Esta vez el ex-presidente reo Alberto Fujimori no lució descuidado ni mucho menos se midió la presión repetidamente para manipular a la opinión pública con su dizque mal estado de salud.
El magistrado Morales basó su resolución en el hecho de que Fujimori fue condenado por delitos que afectan los derechos fundamentales. Asimismo, en una parte del fallo, el juez consideró que los argumentos brindados por el abogado Castillo carecían de sustento.
En pocas palabras y bajo eufemismo judicial, Morales Parraguez entendió que las ‘razones’ de la defensa del reo de la DIROES estaban amparadas más en subjetividades que a lo estrechamente vinculado con la ley procesal.
Este desenlace ya era una crónica de una muerte anunciada, puesto que para el Ministerio Público y la Procuraduría Anticorrupción el pedido de Fujimori carecía de base legal porque la condición del arresto domiciliario está prevista para procesados y no para sentenciados. Este mismo principio fue recordado y ratificado por el juez durante la audiencia.
Lo paradójico de todo esto es que el mismo Castillo, visiblemente mortificado por la resolución, apeló el fallo de la sala y no descartó, léalo bien, ¡acudir a instancias internacionales! Así es, aquellas instituciones y organismos a los que Alberto Fujimori denigró y desobedeció durante todo su gobierno.
LA ‘SORPRENDIDA’ KEIKO:
En tanto, la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, dijo sentirse “sorprendida” por la resolución emitida por el juez Segundo Morales, quien rechazó el pedido de arresto domiciliario solicitado por su padre.
Del mismo modo, y apelando a los mismos argumentos del abogado William Castillo, remarcó que la avanzada edad y estado de salud de su progenitor eran motivos suficientes para que no siga recluido en el penal de la DIROES.
“¿Qué tipo de peligro puede significar un hombre de 75 años y que tiene tantas enfermedades? ¿Qué clase de peligro puede significar que mi padre pase sus últimos días con su familia?”, se preguntó.
Keiko insistió en que el “vacío legal” que existe en la ley hace que Alberto Fujimori pueda acceder a este cambio de modalidad de condena. También confirmó que no se quedarán con los brazos cruzados tras este revés.
“Vamos a apelar (la resolución) y esperamos que esto se vea en la Corte Suprema con justicia e imparcialidad”, añadió minutos antes de salir de la sede penitenciaria.
Cabe recalcar que este proceso de apelación a la Corte Suprema puede demorar entre 45 y 60 días.